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DRAŽEN PETROVIĆ - EL MOZART DEL BALONCESTO

¿Qué se obtiene cuando en una persona se combina la confianza en sí mismo, la inteligencia, la modestia, la diligencia, la responsabilidad, la determinación y el deseo con la pasión, la persistencia y una dosis de locura positiva? La respuesta es - Dražen Petrović, un fenómeno único del deporte croata y un jugador al que le apodaron «el Mozart del baloncesto» gracias a su genialidad.

Ese jugador nacido en Šibenik fue uno de los mejores jugadores del baloncesto en Croacia y en el mundo, y es uno de los mejores deportistas croatas de todos los tiempos. Es considerado el líder de la ola de jugadores de baloncesto europeos que dejaron un impacto inmenso en la liga americana de la NBA. A causa de su papel importante, fue incluido entre las 50 personas que más contribuyeron a la Euroliga y formó parte del famoso Salón de la Fama de la NBA, la organización que rinde homenaje a los jugadores que «mostraron gran habilidad en el baloncesto y contribuyeron al desarrollo y a la popularidad del juego».

«Nació para ganar. Nadie más tuvo esa voluntad y deseo para ganar como él. Fue un gran jugador... Además de ser un líder natural y tener una pasión fanática por el baloncesto, su voluntad y profesionalismo eran únicos... Dražen era sinónimo de amor por el baloncesto y del fanático sistema de trabajo. Él hizo que cada equipo fuera mejor. Era tan bueno que se convirtió en una leyenda durante su vida...», son solo algunas de las declaraciones de sus compañeros de equipo.

En efecto, Petrović se inclinó por el trabajo duro en los primeros días. Solía venir a la cancha a las 6 de la mañana y nunca faltó al entrenamiento matutino («Tomo la pelota, encestó 500 o más. Coloco las sillas y regateo. Y así durante horas. Y lo disfruto», dijo). Siempre tenía una pelota en su coche («Cuando quiero, voy a la cancha y lanzo a la canasta unos 100, 200 o 500 pelotas»).

Ranko Suvar / CROPIX

Empezó su carrera a los 15 años en el club de Šibenik e incluso entonces le predijeron una carrera superior. Llegó a Zagreb a jugar para Cibona, el campeón croata, por tres razones - estudiar derecho, el desafío de jugar la Copa de Campeones y el deseo de jugar en el mismo equipo junto con su hermano Aleksandar. Como el líder de Cibona, la llevó dos veces al título de campeón de Europa, y en dos temporadas también fue el mejor jugador europeo. Con la transición al Real Madrid, también hizo que este equipo ganara muchos trofeos. Al mismo tiempo, Dražen fue el líder del equipo de baloncesto yugoslavo con el que ganó el título mundial en Argentina en 1990 y la medalla de oro en el Campeonato de Europa de Zagreb en 1989.

Gracias a sus maravillosos juegos, a Dražen le notaron los cazatalentos de la NBA, y entonces en 1990 se hizo miembro de los Portland Trail Blazers. Aunque pasó la mayor marte de la primera temporada sentado en la banca, demostró su valor excepcional dos años más tarde en el club New Jersey Nets. En 1992 fue el mejor chutador (especialmente de los triples), el mejor escolta de NBA en esa temporada y el mejor europeo que hasta entonces haya jugado en la liga de la NBA. En este año Dražen llevó al equipo croata hasta el mayor éxito - ganaron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Barcelona (final famoso con el equipo ideal). Una gran carrera en deporte que estaba en su pico, fue interrumpida cuando Dražen tuvo menos de 29 año con un trágico accidente automovilístico en 1993.

Como jugador obtuvo el Premio Estatal de Deporte «Franjo Bučar» en 1992 (póstumamente obtuvo también un premio en 2002 por los logros conseguidos a lo largo de la vida). En Zagreb en 2006 abrieron en su honor un museo y centro conmemorativo «Dražen Petrović», ubicado junto a la cancha que también lleva su nombre.