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TRIUNFO EN PARÍS

Es una tarde soleada de Sábato, 7 de junio de 1997. Frente a las llenas gradas de la pista de Philippe Chatrier en París (Torneo de Roland Garros), una tenista croata de 19 años sale a la pista. Nadie esperaba que la joven de Zagreb llegase hasta la final de Roland Garros, el segundo torneo de Grand Slam de la temporada, así que el público la saludó con ovaciones.

Detrás de ella sale a la pista de tierra batida la Suiza Martina Hingis, la entonces soberana gobernante del tenis femenino y la favorita absoluta de las finales. Los aplausos y las ovaciones del público están aún más fuertes.

Los croatas fueron los únicos que esperaban algún tipo de sorpresa durante este partido, no por el equilibrio de poder real, sino por el hecho de que Majoli en los últimos tres años ya ha mostrado estar capaz para grandes logros. Esa tenista con mucho talento, que empezó su carrera profesional con tan solo 14 años, con 16 años llegó hasta la cuarta ronda de Roland Garros (la venció la entonces invencible Steffi Graf). Ganó su primer torneo en 1994 en Zúrich, ganando a Jana Novotna y a Mary Pierce. Entró en los top-10 de la lista de WTA ese mismo año después del triunfo en el torneo en Filderstadt y después de ganar en los torneos en Essen y en Tokio, donde venció a Monika Seleš, la entonces tenista número uno, a Martina Hingis y a Arantxa Sánchez Vicario. En 1997, antes del partido en París, ganó partidos en Hannover y Hamburgo, y llegó a Roland Garros como la novena campeona.

Vlado Kos / CROPIX

En los partidos iniciales, Majoli venció a Sandra Kleinová, Alexandra Fusai y Ann Grossman. Todo salía de acuerdo al plan hasta los octavos de final, donde se cruzó con la quinta campeona, la estadounidense Lindsay Davenport. Iva estaba perdiendo 7:5 y 4:0, pero entonces logró hacer un cambio milagroso. En los cuartos de final le costó mucho vencer a la rumana Ruxandra Dragomir (2:1), y entonces en las semifinales, venció también a la sudafricana Amanda Coetzer, después de un partido muy difícil. Coetzer venció a la doble ganadora del torneo, Steffi Graf, en los cuartos y, igual que Majoli, se dio cuenta de que las semifinales eran una gran oportunidad. El partido era un gran desafío, fue jugado con muchos tácticos y juegos de mente, y al final Iva celebró con 2:1 (6:3, 4:6, 7:5).

Evitando a Steffi Graf, Majoli tuvo las puertas abiertas hasta la final del torneo. Sabía que tendría la oportunidad de vencer a Martina Hingis porque la suiza, al contrario de la agresiva y fuerte Graf, jugaba más despacio y de esta manera les permitía a sus rivales a esquivar la derecha. Pero no era fácil para nada, especialmente considerando que hasta entonces en la temporada, Hingis tenía la proporción de victorias y pérdidas de 35-0.

Jakov Prkić / CROPIX

Después de haber ganado los dos partidos anteriores donde Majoli tuvo que jugar tres sets, jugó la final de manera soberana, venciendo a la favorita suiza con 6:4 y 6:2, no dejando a la bola de break a la Hingis. Era simplemente el día de Iva Majoli. Todo le ha salido tan bien. Jugaba valiente, pegaba la bola fuerte y con precisión, alcanzaba el borde del terreno y defendía los desempates ganados.

Con esa victoria, Iva Majoli se convirtió en el primer representante croata, en competición masculina y femenina, que ganó algún tipo del torneo Grand Slam. Entonces era más grande que Goran Ivanišević que no podía lograr lo que Iva, aparentemente con facilidad, logró en París (Goran tuvo que esperar cuatro años hasta que su momento en Wimbledon llegase).

Header image credit: Nikola Vilić / CROPIX